Cristóbal Colón en su cuarto viaje, en 1502, llega a Cariay, hoy Costa Rica. Fondeasu nave frente al poblado indígena Cariay o Queria (hoy ciudadLimón), para reparar sus naves y tomar un poco de aliento. Bautizó con el nombre de "La Huerta" a la isla que los aborígenes denominaban Quiribrí (actual Isla Uvita). Los cansados hombres de Colón, encuentran en este pequeño territorio costarricense (51.100 km2), grupos indígenas con marcadas influencias y tradiciones tanto unos de origen suramericano (regiones atlántica, central y Pacífico sur) y otros relacionados con culturas de Mesoamérica sobre todo en el Pacífico norte.
Es muy interesante hacer notar que estudios han demostrado que Costa Rica fue un puente y una frontera entre grandes culturas del Norte y del Sur de América. Y este circunstancial hecho benefició a nuestro país en cuanto a vegetación, agricultura, fauna, creencias religiosas, rasgos culturales y físicos, como también lingüísticos y artísticos, que aunados a los aportes de los “conquistadores” españoles y de nuestros propios indígenas han dado como resultado nuestra cultura costarricense. Gobernados estos grupos asentados en todo el país, por Caciques, sobresalen por sus figuras humanas y de animales trabajadas en oro.Un dato muy interesante es que las tierras no pertenecieron directamente a ningún individuo nativo sino a las comunidades, o sea nadie era dueño de la tierra en que vivía (!), sistema que cambia radicalmente con la venida de los europeos al país.
Pero lo más notable que distinguió a nuestros antepasados quizá sea la fabricación degrandes esferas de piedra, perfectas en su circunferencia de las cuales desconocemos su significado, así como la técnica que emplearon para construirlas. Estas esferas son un enigma y existen en muy pocos lugares del mundo y Costa Rica es uno de ellos. Se encuentran de diferentes tamaños (algunas miden hasta 3 metros de diámetro), y en gran abundancia sobre todo en la zona del Pacífico Sur.
Y bueno… esto es lo que encontraron los europeos a su venida a Costa Rica. No encontraron grandes ciudades pero sí nativos sumamente civilizados ya que habían asumido las tradiciones y culturas de las grandes civilizaciones que se trasladaban de norte a sur o viceversa: un pueblo pacífico de indígenas (pero que sabían defender su territorio y su individualidad) sobre cuya modesta base arranca -tardíamente- la sociedad costarricense de nuestros días.Y digo tardíamente pues en este lugar en el que Colón y sus hombres descansaron a la fuerza mientras reparaban sus naves y sanaban de sus enfermedades, quedó olvidado por varios años, conociendo la ruta, solamente el Almirante. “Escondidos y olvidados en el descubrimiento, luego estaremos escondidos y olvidados en la Conquista... más tarde seguiremos escondidos y olvidados en la Colonia”.
